miércoles, mayo 16, 2007

Angelita de Cifuentes escribe: catarsis que llaman

No sé como encabezar esta despedida, fue tan corto el tiempo que estuvimos juntos pero lo vivimos tan intensamente que siento que debo decirte adios de una manera decorosa, a tu altura.
Es imposible no culparme por mi descuido, estaba tan segura de tí que no pensé que pudieras irte con alguien mas (debes comprenderme, esta ciudad está cada vez peor).
Me detengo a pensar en los momentos en que te maltraté y el recordar las marcas que te dejé no me deja dormir, y como cuando pierdes al hombre de tus sueños, de la misma manera siento que debo darte gracias por ocupar un espacio tan importante y haberme sido tan útil. Lo único que me queda es un inmensa gratitud por la foto en el momento preciso, la buena apariencia que le daba algo de luz a mi presencia siempre gris, la llamada oportuna y una excelente señal.
La vida me ha enseñado que siempre vienen cosas mejores. Entonces, estaré esperando el próximo, y cuando llegue pensaré en tí, recordaré cada uno de tus ángulos y posiblemente una lágrima se deslice por mi mejilla. ´
Espero que la persona con quien estás sepa reconocer tus bondades, lo que guardas en tu interior y tu eficacia... que te cuide como yo no lo supe hacer.
Hasta siempre mi buen L6

domingo, mayo 13, 2007

Fermina escribe: Carta enamorada

Es como escribir una carta de amor a los 7...

Aunque no me creas, todavía me acuerdo de cuando te vi la primera vez, de a que olías... y aunque no puse mucha atención a la conversación, perdón, pero no podía (y aún me pasa, para ser sincera); no te lo tomes a mal, es que me pierdo en tu mirada, y en esas lucecitas que van y vienen, que aparecen y desaparecen en ese par de hermosos ojos tuyos... que aún no sé de qué color son... creo que son los ojos cafés más negros que he visto.

Has visto que cuando uno cierra los ojos y se los frota un poco, ve como constelaciones? como millones de estrellas? pues imagínate lo que se siente tener una de esas en la mano y entonces entenderás lo que siento cuando te veo, son como mil de ellas en mi estómago.

y tus manos... son curiosas... cuando las veo de lejos parecen tan pequeñas, y cuando pones las mias entre las tuyas, se ven tan grandes - o las mías se ven pequeñas - es ahí donde descubro que me cubres con algo más que con las cosas que puedo ver porque los ojos que no ven como los demás son los que más ven.

No te lo he dicho, pero cuando caminas me fijo para ir a tu paso, o hago conjuros mentales para que vayas a mi paso.., y sabes qué, me di cuenta de que nuestros pasos no siempre van igual, pero terminan en el mismo sitio: a veces en tu verde de juego, a veces en mi bicolor...

Aún me da pena ponerme rojo cuando te diga que las flores me recuerdan a ti, porque cada una de ellas obedece a un lugar, a un momento... pero siempre están para alegrar mi día, y así eres tu. Por ello, me he puesto en la tarea de recolectarlas todas y dártelas por cuotas, cuando me aprenda sus nombres.

Por otro lado debo pedirte que me devuelvas al menos los pensamientos, para poder concentrarlos en algo más de vez en cuando, aunque mejor no, así soy feliz, nada más que pensando en ti.

Por último, quiero decirte que me gusta que la lluvia caiga mientras charlamos... y que mis intenciones son serias para contigo... hasta llegaría a darte la mitad de mi gansito...

Je t'aime, ma vie...