lunes, febrero 28, 2011

¡Yo también me consterno!

Mientras las redes sociales rebosan mensajes de odio hacia el tipo que pateó la lechuza yo intento quedarme callada para entender cómo el común de las personas obedecen a la primera reacción que produce el video del animal que está y luego ya no está. Luego se quedan con esta sensación y la atesoran sin darle dos minutos de reflexión diferente a "ojalá lo encarcelen". No se trata de estar en contracorriente con el rechazo social de la noticia del día, es que no es sano que se pierdan las proporciones con las noticias más sonadas y sentirse más bueno por lo mucho que se ama y respeta a cada lechuza que surca cielos Barranquilleros por que "yo jamás haría algo así". Seguramente muchos de quienes calificaron al tipo de ‘hijueputa’ almorzaron hoy una pierna de pollo. Si, la extremidad o cualquier otra parte de un ave como lo es la lechuza esta: a cada cosa su justa proporción, insisto. La transmisión en directo de un alguien pateando a un ave viva, es menos común que la imagen de otra ave, ya muerta, sin plumas y sin cabeza, cuyo cuerpo ha sido atravesado por una barra de metal que gira en torno de sí y a la vez da vueltas sobre otro eje sobre brasas ardientes. Es la periodicidad de cada escena lo que hace que la primera sea ominosa y la segunda deliciosa. Espero con ansias las noticias de mañana, cuando bauticen a la lechuza con algún nombre célebre, los jugadores del Junior la visiten en la clínica veterinaria para rendirle tributo y le lleven el peto que diseñaron para ella con el escudo del equipo y se apruebe una “Ley de aves” para escenarios deportivos.

sábado, febrero 26, 2011

Liza escribe: a donde vamos Parte II

“hey, me escuchas?, Ya sé que eres tú, te escuche gritar y ahora callas, entiendo que calles, pero no conmigo… No te veo porque está muy oscuro, pero te siento, es el mismo olor que sentí la primera vez… Hablas! Qué bueno oír de nuevo tu voz, que mal que sea para decirme lo que me dices; veras, las mías están bastante viejas y las puedo soltar sin problemas pues en todo este tiempo he adelgazado mucho, dime si quieres que me acerque a ti y trate de de ayudarte, al menos para que estés más cómodo; no te sientas mal, yo estoy como tú, toca mi rostro, palpa mis manos y entenderás. Tu piel es muy suave, no lo había notado antes; lo siento, es una herida bastante profunda. Voy a romper un pedazo de tu pantalón, está bien? Como que para qué? Para que estés más cómodo, vas a ver como sentirás mejor tu pierna. Estas llorando? No llores, vámonos, lejos… Como que no podemos? Tú me mostraste que si, vámonos lejos y volvemos antes de que el sol se oculte… No, tú me prometiste que yo escogería, entonces partimos a Paris”.
Francia en invierno, un motivo más para que los enamorados se abrace. Paris es la ciudad del amor, donde todo se acaricia, se besa, inclusive si no se quiere, o si no es permitido. “Esa es la torre Eiffel, quiero subir… No seas cobarde, no queda tan alta y quiero escalarla; no, no me quiero unir a los demás turistas, quiero escalarla por fuera, como arañas, como simios… Tu puedes raptarme y apretarme en tus brazos hasta que me rescate un helicóptero, como en la película; no te lo tomes tan enserio, me asfixias!. Mira que hermosa esta ciudad, desde aquí podemos ver todo Paris, podríamos bajar por pan francés caliente, aprovechando la venida… Claro que si, si es la comida típica de acá, preguntaría pero no hablo francés y tu no debes andar dudando de mi palabra, soy un mar de conocimientos. Que dices? El luv que? Claro, claro que sabia del museo, pero estaba probándote, solo bromeaba, lo juro; Claro que no me sonroje, tienes muchas ideas. No entiendo? De verdad? Esa era la casa del Jorobado? De que te ries? No seas tonto, sé que no es una historia real, y si, sabía que quedaba en Paris, todo el mundo lo sabe… Que dices?... Yo no escucho nada, o si? Vámonos rápido… ya no tengo tiempo de correr, nos han visto”
“No es cierto!, mentiroso!, como podría abrazarle con esto en todo mi cuerpo, llevo años así, casi una década, ustedes lo saben, yo no podría tocarle a esa distancia… ni siquiera lo puedo ver bien, para que se lo llevan… no tiene sentido que se lo lleven! Si no se lo van a llevar, por que hay tantos hombres? Una qué? Para que esos ladrillos? Que van a hacer?”
“Hey, me escuchas? Por que ya no hablas? De nuevo te has quedado callado, ha sido mi culpa, no digas que no, yo sé que así fue… No importa, aun te pienso, aun te siento… Está bien, vamos a China, aunque sería mejor a Alemania, deberíamos ir a Berlín” Una muralla se extiende por toda la montaña, sube, baja, se encorva, se endereza. China y su hermosa arquitectura, sus sembrados. “Quien pensaría que esta muralla usada para la guerra, para defensas y ataques sea objeto hoy de esa pequeña niña jugando golosa... Rayuela, no que este golosa… Deja de reírte, o no, mejor, síguete riendo, aguanto la humillación a cambio de verte feliz. Te dije que Berlín seria más representativo, pero tal vez tienes razón y China es más realista… Ya que estamos acá vamos a comer esas bolas de arroz que salían en los muñequitos animados… Por supuesto que existen, no seas tonto, y era lo que se llevaban para el almuerzo los trabajadores del campo, es como la panela para los colombianos… Shhh, no digas nada mas, es hora de volver, después iremos a los cultivos de arroz; vamos, te lo pido… por favor”
“Hey, linda, perdóname, debimos volver antes… No llores, la libertad está en el alma y en la mente, no está afuera y tu y yo, princesa, viviremos por siempre juntos… Aun cuando ya nunca te pueda volver a rozar, cada noche estaré a tu lado, cada mañana te despertare con una rosa, tu y yo vivimos en este cuento, y no se acaba mientras tú no quieras, y mientras yo viva”

miércoles, febrero 23, 2011

Liza escribe: a donde vamos Parte I

“hey, linda, te hablo desde aquí arriba. Ahí estas, siempre que pasaba me preguntaba como serian tus ojos, ahora lo sé, ya puedo morir tranquilo. No me mires con extrañeza, vengo en son de paz, a invitarte a dar una vuelta, por donde quieras. Me voy a recostar aquí, si no hay mucho problema. Que dices? Qué?, no te escucho bien, estamos medio lejos, y tampoco me gustan los peros. Que a donde te gustaría ir? Hey, yo tampoco conozco ahí, y hoy el mundo es nuestro… estírate un poco y toma mi mano, no desconfíes, no, te prometo que te voy a llevar a donde quieras, solo ven conmigo, si puedes, no digas que no puedes, se que puedes hacerlo”
Polvorosas calles por donde transcurren turistas y vendedores, traficantes y estafadores; pequeño pedazo de tierra alejado de las luces modernas, donde camellos parecen sonreír aun llevando sus jorobas y a sus amos.” Cuantos centavos cuesta montarlo? Dólares, como de los gringos, de esos también tengo aunque no me gusta cargar... Se agacha un animal valiente y decidido, resignado el pobre carguero ya te tiene en sus espaldas, ya te mima con suave trote. Ya perdí la cuenta de las pirámides, ya confundo y mezclo el nombre de los gobernantes, eso faraones. Ya lo ves? Eres como Jose, el de la biblia, el de Jacob, no me entiendes? Ya no recuerdas? Bueno, eres como un hermano rechazado, por la envidia de los demás; supongo que envidian tus ojos y por eso no te dejan en paz. Quieres volver? Estas cansada? Una vez te deje dónde estabas al principio, te acordaras de mi? Sabrás que vuelvo para llevarte conmigo? Me sonreirás una vez, como el camello? Feliz noche vida mía. Ahora no sonríes sino te burlas, pero si fuiste mi vida, toda mi vida en Egipto.”
“hey, mi niña, ahora estoy más a la izquierda que ayer. Ya no sonríes hoy, ayer no pude venir, me lo impidieron, tú ya sabes cómo es, no te imaginas quien; viste la NFL alguna vez en televisión? No sabes qué? Lo que es la NFL o la televisión? Tienes razón, ya no te enojes, fue ofensivo y lo entiendo, una broma de mal gusto quizá. Tú ya sabes cómo funciona, solo no me des la espalda, dame una nueva oportunidad de llevarte a un gran lugar, para que los conozcas a los NFL, juegan futbol, no, no como el Pibe, como los Miami Dolphins, si, los que parecen peleando. No, no, no es un deporte agresivo, vas a ver que en vivo se hace mucho mejor. Toma mi mano de nuevo, no me hales que me puedes lastimar, solo no te recargues, así es”
New York, lleno de residentes que parecen ser turistas, olores, sabores en el aire, luces que ciegan tus ojos. Un estadio lleno de gente con destellos grandes y poderosas que dejan al descubierto el brillo en los cascos de los orgullosos jugadores. “La anterior vez fue decisión tuya, esta es ya la mía. No te escucho, solo contemplo el partido. Si es legal tumbarlo así, solo le están quitando el balón, no se va a lastimar mucho, tiene bastante protección –míralo no mas, como se levanta de una vez – de pronto dentro del casco esta la sangre. Ok, ok, ni tú sabes reír de mis chistes, ni yo sé decirlos con gracia; los tuyos si me hacen gracia?? Que dices? Ok, volvamos… compramos manitos gigantes? Hot dogs??
Ok, ok, nos vamos, ok, ok me voy… acá te dejo, no hagas caso, estos caballeros no me harán nada; no son los mismos que te han hecho eso a ti… Vas a ver que lo aclaro todo y nos vemos pronto, te llevare a otro lugar y tu escogerás.”