viernes, diciembre 30, 2005

Ängela escribe: servicio ejecutivo

Oiga Rodríguez cómo le ha cambiado la vida desde que se consiguió ese trabajito en esa multinacional. Hay que ver lo repuestico que está … “la buena vida, la buena vida” dirá usted y yo pensaré para mis adentros que usted es ese tipo de persona a la que no me quiero parecer.

Si dejo escapar alguna mueca de disgusto usted pensará que la envidia me corroe. Entonces no gesticularé palabra y no haré ningún tipo de expresión facial distinta a mi gesto referencia monalisa para que la cosa quede así no mas y usted diga para sus adentros “i’m king of world!!!” mientras, orgulloso destapa una de las botellas de Chivas que le regaló el jefe, que a juzgar por lo que usted comenta, lo quiere como a un hijo bobo y eso segurito que lo tiene en mente para el testamento.

Mientras usted relata algún incidente de la oficina que les causará algunas risas forzadas a los presentes, pondré mi sistema en suspensión y me dejaré llevar a su lugar de trabajo, veré la cordialidad con que le pide un tinto a Martica, la señora que, pobrecita ella, tiene que sostener a tres niños sola, por que el marido la abandonó cuando nació el primero. Usted piensa que Martica es chismosa, oportunista, envidiosa y un como buscona (obvio, con sumercé Rodríguez) y por eso usted se limita a pedirle el tinto y a hacerle un chiste para que ella lo piense dos veces antes de difamar a un señor tan querido como usted.

Usted se sienta en su cubículo de 1.20 x 0.80 metros, no sin antes saludar a Pinzón que resulta ser su mejor amigo, debido a que el jefe de personal le hizo algunas pruebas técnicas, le estudió la hoja de vida, determinó que era la persona que buscaban para ese puesto, se lo puso en el cubículo de al lado e inevitablemente tuvo que nacer esa bonita amistad. Amistad que tiene sus puntos mas altos de espontaneidad en la hora del almuerzo, donde rajan del imbécil de García, del último ridículo que hizo con el jefe, de la plata que les debe a cada uno, de la borrachera que se pegó en la reunión de navidad, pero que de resto García es un buen tipo.

En el fondo usted Señor Rodríguez considera que si Pinzón tuviera la mitad de talento que tiene García, podría merecerse el cargo que de puro de buenas se consiguió en esta empresa, que a pesar de los torcidos que usted tiene que cubrir, es muy respetable. Por que si de usted dependiera, no emplearía a Pinzón ni para desocupar las canecas de basura… pero igual Pinzón es buena gente.

Pinzón es un buen amigo. Ojala nunca sepa en el concepto de persona mediocre, abusiva, pusilánime y falta de carácter en que usted lo tiene. No se le olvide que le va a hacer el favor de llevarlo a la puerta su casa en esa carcacha que tiene cuando termine la fiesta de integración que programaron con motivo del aniversario la empresa. Si, la misma reunión que tiene loca a su esposa pensado en qué se va a poner, por que ese es todo un evento para ella, como usted no la saca ni a hacer mercado los fines de semana. Esa salidita es un gran aliciente para ella, ya que su odiosa rutina lunesaviernesde8:00a8:00 lo agota tanto que no tiene aliento ni para tocarle un pelo a la pobre cuando llega a la casa y ojo Rodríguez, esa barriga ya no le permite ver sus propios pies.

Uy! Rodríguez, dentro de poco me darán un diploma y me haré acreedora a una vida como la suya, no tengo salida. Pero a diferencia de usted la llevaré con tanta dignidad, tendré tanto respeto por las personas y sobre todo, haré tanta resistencia para no dejar entrar a mi casa, ni a mi mente a esa empresa contratante con toda su parafernalia, que con toda seguridad y por la providencia Buda no voy a durar el mes de prueba.

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